En el 23F había mucha más gente metida de los que tiran la piedra y esconden la mano
El Rey se dirigió a España la noche del 23F en vaqueros
El veterano periodista Fernando Orgambides anda estos días en la promoción de su libro Memoria transitada. Tras una dilatada trayectoria periodística, cuarenta años de profesión, la vida cambia y se marca como objetivo saltar a la literatura. Confiesa que lo que sabe hacer es la crónica periodística, hacer una novela es un mundo muy serio y antes de dar ese salto en el vacío, lo que he querido es abundar en el tema de la crónica. En vez de hacer crónica periodística estoy haciendo crónica literaria. No hay traspaso inmediato del periodismo a la literatura, lleva su tiempo. Llevo dos volúmenes de una trilogía Crónicas consulares. En esta segunda entrega selecciono 25 crónicas de diferentes partes del mundo. Cada una es una experiencia distinta y variopinta.
Ha viajado lo que nadie se puede imaginar y lo va a seguir haciendo si la Virgen de Regla le da fuerzas porque es su vida. Mi vida es un ir y venir, yo soy un viajero de ida y vuelta. Mi casa más que una casa es un apeadero donde bajo y subo y me desplazo. Mi vida está en el tránsito, en el camino y de hecho este título es Memoria transitada, el primero es Viento de palabra y el tercero es esta trilogía a presentar en enero se va a llamar Pretexto compartido.
El estado actual de su monolito a un lado de la fachada del Faro de Chipiona se parece más bien al de una mala lápida mortuoria que el de un homenaje a su persona. Se trata de la figura del olvidado ingeniero y Subsecretario del Ministerio de Obras públicas Francisco Javier Marquina Borra, a la sazón Hijo Adoptivo de Chipiona desde 1946, precisamente días antes de su extraña muerte. Este monolito olvidado entre la indiferencia del Ayuntamiento y de la Autoridad Portuaria, ha tenido varias ubicaciones dentro de la actual Plaza de las Américas y en su día tuvo carácter de glorieta bajo la denominación de Glorieta de Francisco Javier Marquina. Por razones que se desconocen, tras varios traslados alrededor del Faro ahora aparece cual lápida mortuoria con inscripción ilegible. Para las nuevas generaciones, entre las que se encuentran personalidades dentro de la cúpula del poder, Francisco Javier Marquina es un absoluto desconocido pero este personaje es Hijo Adoptivo de Chipiona desde 1946.
Misión Cumplida. El C.D. ONCE-Andalucía ha vencido esta tarde a la Peraleda de Toledo y se encuentra ya a una sola victoria del título liguero. Si el próximo sábado derrota al Sandra Gran Canaria en el Luis Braille, los de Manu Balderas habrán cubierto una excelente temporada con un doblete histórico.
A lo largo de la historia numerosos reportajes han sido realizados sobre la figura del Faro de Chipiona. La mayoría de ellos con profusión de datos de quién lo hizo, cómo y cuándo. Pero esa enhiesta torre guarda también secretos aún no desvelados para el gran público. Sobre todo, los sucesos ocurridos en torno a la década 30/40, época convulsa en la historia de España y a la que Chipiona y su Faro no fue ajena. Por aquella época eran tres los funcionarios dedicados a los menesteres propios de ayudar a la navegación desde el Faro con sus turnos y guardias correspondientes. Claro que cuando estalló la Guerra Civil en 1936 no hizo falta tal dedicación porque por orden de la superioridad permaneció apagado hasta el 11 de marzo de 1939.