Los silencios de San Lorenzo , por José Joaquín Gallardo
Los silencios de San Lorenzo, por José Joaquín Gallardo

Una balada atemperada para trío que evoca el campo y la culinaria. Daahoud Salim, Manel Fortià y Gregori Hollis son el resto de galardonados, cuyo fallo se anunció tras la gala en el Teatro Central de Sevilla.
Por primera vez, Sevilla acoge la final del galardón a la composición en música jazz más relevante del panorama estatal. El Premio SGAE de Jazz Tete Montoliú, al que aspiran Daahoud Salim y Julián Sánchez, cuyo fallo se conocerá tras el concierto de los días 7 y 8 de noviembre en el Teatro Central.
El Jaén estuvo sólo tres años en Primera pero triplica a Sevilla en premios Planeta
"Judas también lo vendió en jueves"
El periodista Francisco Correal escribe de Los pregones inéditos de Sevilla , en Cómo llora Sevilla , que acaba de editarse por 17 ocasión en sus casi 70 años de vida.
Se puede comprar en comollorasevilla@gmail.com y le llegará a su domicilio .
Entrevista en el histórico programa de Radio Sevilla dedicado a la Semana Santa "Cruz de Guía" a Miguel Gallardo a propósito de la reedición del libro "Cómo llora Sevilla". Le entrevistan Javier Marquez, Jose Manuel Garcia y Paco Garcia
Todo un honor el de Julio Cuesta el de entrar en el selecto grupo de los pregoneros inéditos de la Semana Santa de Sevilla, ese género que inauguró en 1937, en plena guerra civil, Federico García Sanchiz, que repitió en 1939 y 1940, es decir, el último año de la contienda y el primero de la durísima
A la amplia literatura sobre este barrio se suma ahora el libro del médico y escritor Francisco Gallardo
Sábado 25: De 19.00 a 20.00 horas: Librería “Botica de los lectores” De 20,00 a 21,00 horas: Librería “El Gusanito Lector”
Pablo Ferrand, Eva Díaz Pérez, José Luis Rodríguez del Corral y Luis Sánchez-Moliní repasarán el próximo miércoles en el Espacio Santa Clara la trayectoria periodística y literaria del escritor sevillano.
Las miradas de todos se están dirigiendo, cada vez más, hacia el Poder Judicial. Las orejas están levantadas. Hay una intuición general de desconfianza, de inseguridad jurídica. Se advierte hasta por el más leguleyo una sensación de que las sentencias de los jueces no cuadran con el sentimiento común de lo justo en más casos de los deseables y, sobre todo, en muchos que son graves y hasta gravísimos. ¿Para qué señalarlos, si están en la mente de todos, como el caso Marta del Castillo? La distancia entre justicia material y justicia real se agranda. Los jueces empiezan a estar, más que nunca, entre ceja y ceja de la democracia, en la tela de juicio de los debates sociales, en el ojo del huracán. Realmente no son un caso aislado de observación popular. Todo lo institucional está ya bajo una lupa, cuando no analizado con microscopio. Que se lo digan si no al ex presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, aquel de los placeres marbellíes con dinero público, que tuvo que dimitir. Que se lo digan al Rey, de quien tenemos una memoria de elefantes. Que se lo digan a su hija y a su yerno. Y a Bárcenas, Griñán o la compañía completa de los ERE, con más gente que una obra del María Guerrero.