Nace el libro "LOS 40 DE RADIO 80". Un viaje nostálgico a través de la voz de los trabajadores
UN LIBRO QUE CUENTA CON LA PARTICIPACIÓN DE BARTOLOMÉ CABELLO, QUE FORMÓ PARTE DE LA EMISORA RADIO 80 EN SUS INICIOS

Tenía que ser Sevilla Press el primer lugar desde el que comunicar la próxima aparición de mi libro sobre Raphael, porque en este diario digital está el vientre y la gestación de una idea que va a ver la luz.
Ha sido una celebración sin complejos, con trapío, ideada y creada por un Ayuntamiento que dice representar a una ciudad eminentemente taurina, en la seguridad de que tiene la plaza más importante del mundo. El Alcalde ha salido a los medios, sin temor ni rubores frente a dictadores de la democracia, los que se empeñan en los autoritarismos de que seamos todos iguales que ellos, sin variedad, como si estuvieran clonados por Artur Mas.
El admirado cantante internacional ha enviado a nuestro colaborador habitual en la sección de opinión, José María Fuertes, un mensaje de felicitación por su artículo La vocación de Rafael Martos, publicado sobre su reciente concierto ofrecido en el Auditorio de Fibes.
Francisco Gallardo Rodríguez, autor de la última noche, premio Ateneo de Novela de Sevilla 2012.Video visita a la Sevilla almohade realizado por Jose Maria Fuertes
Unos maños que han estado por primera vez en la Feria, de vuelta a Zaragoza no han podido decirlo mejor en un correo de agradecimiento a sus anfitriones: y desde la realidad, agradeceros toda vuestra organización, así como el acogimiento de vuestros familiares y amigos, porque acompañados incluso de los más pequeños gestos y detalles, han hecho que hayamos pasado unos días realmente diferentes e inolvidables. Desde la realidad dicen. ¡Qué bien han captado esta hermosa ficción llamada Sevilla! Lo han dicho, de otra forma, igual que Requiebros cantando: Al bailar por sevillanas se me olvidan los pesares. Pero dejando de bailarlas nos vamos a acordar de cada uno de ellos. Por desgracia, para quitapesares ya no está ni el Peregil.
Lo cuenta Alejandro Marvizón: Lo increíble fue cuando se entretuvo al entrar, para deleite de todos los sevillanos y macarenos, con sus marchas una detrás de otra, parones, giros de 360 grados, entrada en el arco y varias saetas larguísimas y muy bien cantadas, cuando cantamos su himno todos llorando a la par de su marcha maravillosa, cuando al cruzar el dintel de su puerta, sonando el himno nacional, dejándonos desolados por su final, el cielo volvió a cerrarse y comenzó de nuevo a llover, o el cielo a llorar, y nosotros al ver la gotas de lluvia sí que rompimos a llorar aún más si cabe. Fue como cuando a Moisés se le abrieron las aguas del Mar Rojo y al pasar y salvar a su pueblo volvieron a cerrarse. No sé, creo que estábamos en la Gloria misma y Ella lo disponía todo a su antojo, y a mí esta noche se me antoja eterna y celestial. Seré un sentimental, pero no creo que nada de esto fuese casualidad.
Los periódicos se llenarán de palabras infrecuentes en un tiempo de mediocres. Escribirán talento, originalidad, genial, incansable, creativo, personalidad, libre, intelectual Los periódicos hablarán de Mingote, que se ha muerto a los noventa y tres años de su plena juventud.
Fran Rabadán ha sido más rápido que los periódicos. Cuando cualquiera de ellos iba descartando paulatinamente las salidas de las cofradías del Martes Santo, ya lo sabíamos hace un rato los agregados a nuestro gran amigo. Era como un programa al revés de aquellos de Orientación, el que inventó seguir los itinerarios de cinco en cinco minutos mucho antes de que la fórmula fuera copiada por la prensa diaria.
La Hermandad de la Veracruz acaba de servir un debate: salir o no a la calle sin pasos cuando llueva. No sé en estos momentos -no alcanzo a asistirme de la documentación histórica que existiera- acerca de un precedente respecto de lo ocurrido este Lunes Santo. Pero en una época reciente de algo más de medio siglo no recuerdo un caso parecido que no sea el de otro Lunes Santo pasado por agua, cuando la Hermandad de Santa Marta decidió hacer su estación de penitencia a la Catedral portando sólo la imagen del Cristo de la Caridad, adecuada a una inmediata parihuela y sin que formara parte sobre su paso del misterio del traslado al sepulcro.
Llegan más tarde o más temprano unos años en los que la vida va cerrándote páginas, escribiéndote el fin de muchas cosas, entregándote las obras completas. Yo ya estoy en ellos. Y como en un libro de reglas azul y plata acaban de disponerme la última -por ahora- para seguir por este largo itinerario de la edad y la memoria: aprende a caminar sin Luis.
Si yo fuera Arenas -o yo mismo en sus circunstancias- anoche hubiera tenido una monumental bronca con Rajoy. Si yo fuera Arenas -que es obvio que no lo soy- anoche le hubiera cantado las cuarenta a Montoro, mientras aplaudía junto a mí en el balcón de la calle San Fernando la amarga victoria del PP en Andalucía. Hubiera enseñado al ministro de Hacienda que en Sevilla hacemos mucho más que tocar las palmas; y menos cuando no pegan. Montoro es tan torpe y anda tan fuera de lugar como los que aplauden una saeta mientras entra el Gran Poder.
Primera parte Ese nazareno que parece salir de los callejones en sepia de Luis Arenas, cuando en 1947 publicó su primera gran obra gráfica, Semana Santa en Sevilla, con los textos de Luis Ortiz Muñoz; ese nazareno que lleva a un niño de monaguillo y es la viva imagen del sembrador que salió a sembrar; ese nazareno en los tonos antiguos de un Martes Santo que ha tostado el sol de una vieja estampa es, sin embargo, un nazareno de comienzos del siglo XXI, de hace cuatro o cinco años, no más. Se llama Joaquín Moeckel y acompaña a su hijo para salir en la cofradía de Los Estudiantes.