REUNIÓN DEL G-20: La recuperación del comercio internacional recibió un impulso, en solo siete horas para salvar al mundo.
Las economías industrializadas y emergentes acordaron en Londres, durante el encuentro del G-20, un plan de mil millones de dólares para combatir la crisis, un apoyo para el Fondo Monetario Internacional (FMI) por 500 millones de dólares y el endurecimiento de la normativa financiera para aumentar la supervisión de fondos de inversión y agencias de calificación crediticia. Con solo siete horas siete, bastaron para lograr un consenso que no se vio empañado ni por las protestas, ni por los cuestionamientos del presidente francés, Nicolás Sarkozy, quien dijo que su país y Alemania estaban insatisfechos con el borrador de documento de la cumbre del G-20. Sarkozy exigió resultados más concretos a tono con la gravedad de la crisis mundial. La inyección de capital para el FMI podría representar para los países en desarrollo un resultado positivo de la Cumbre. A juicio de algunos expertos, se están reestructurando los organismos financieros para que tengan un mayor protagonismo dentro del escenario mundial. Pero no todos comparten esta opinión y se mantienen sus dudas.
