Opinión
¿CRUEL DICE?
Dice que ha sido víctima de una cruel y despiadada persecución. Lo afirma nada menos que quien ha sido estos últimos cuatro años el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial; o sea, el máximo responsable de la judicatura española y cuarta autoridad del Estado. Se llama, como ya saben todos, Carlos Dívar, y no es posible señalar en sus últimas declaraciones para dimitir un mínimo vocablo de disculpa. Si le quedaba algo de sensatez fue manifestar que lamentaba el quebranto que ha padecido el poder judicial con la difusión de su denuncia, la de los veinte fines de semana en Marbella y en hoteles de lujo a costa del dinero público.
