El próximo martes comienza el Solemne Quinario en Honor del Señor de la Salud que, tendrá lugar durante los próximos días 26 de febrero al 1 de marzo, en el Santuario de Jesús de la Salud y Sta. María de las Angustias Coronada, Sede Canónica de la Hermandad Sacramental Los Gitanos, en la calle Verónica, s/n de la ciudad de Sevilla, comenzando a las 20:15 h., con el rezo del Santo Rosario y Letanía a la Stma. Virgen de las Angustias, seguido del Ejercicio de Quinario y acto seguido, comenzando la Santa Eucaristía, presidida por el Rvdo. Padre D. Luis de Prada, Superior de la Orden de los Discípulos de los Corazones de Jesús y María en Roma quien, nos ofrecerá una homilía cada día. Bien podríamos realizarlo a modo de Ejercicios Espirituales, para nuestras almas. Es el momento de acudir hermanos y hermas, al encuentro del Señor, bajo la mirada materna de María Stma. de las Angustias, Madre de Jesús y también, como no madre celestial nuestra.
El sábado día 1 de marzo, como clausura de este Solemne Quinario, tendrá lugar la Procesión Claustral con el Santísimo Sacramento, bajo palio, finalizando con la Salve a la Stma. Virgen de las Angustias. Otro momento cumbres que, los hermanos y hermanas debemos de acudir y participar en esta
manifestación de amor, a Jesucristo en la Sagrada Forma que debe ser el centro de nuestras vida, como católicos y miembros de la iglesia. No olvidemos que pertenecemos a una Hermandad Sacramental.
El domingo día 2 - también lo marcan, nuestras Sagradas Reglas - a las 10:30 h. tendrá lugar nuestra Función Principal de Instituto, con Misa de Comunión General y Protestación de Fe, donde renovaremos el juramento de defender el Dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María y demostraremos nuestra fe, jurando sobre el Evangelio y besando nuestras Reglas, en señal de fidelidad y coherencia. En esta foto del Señor de la Salud, obra del gran fotógrafo y cofrade Pedro J. Vargas, Jesús nos hace una llamada y nos invita a acudir a su encuentro, aprovechemos esta llamada y reunámonos en torno a la Palabra, tenemos que dar testimonio de nuestra fe. No basta solo con salir de nazareno, ni de costalero, ni de músico, ni de capataz, ni con una vara hay que acudir al encuentro del Señor y poner en práctica nuestra vida de creyentes y tratar de hacer el máximo de bien a nuestro prójimo, sin alardear de nada, sino con sencillez y limpieza de corazón. Recordemos amigos, en esta vida estamos de paso y debemos pasar haciendo el bien a los demás. Cada uno en nuestro cometido, pero todos debemos de tender una mano a quien nos necesita, debemos estar al servicio de los demás Atendamos la llamada del Señor y acudamos a su encuentro.