
Creo que profundizando cada día en una FLOR ó frase escrita con el amor más sincero y puro que profesó desde muy niña Angelita hasta convertirse con el paso de los años en Sor Ángela de la Cruz, por el amor a Jesucristo, el Hijo del Padre Dios, llegaremos como no a la Stma. Virgen, la Madre de Jesús y nuestra Madre Celestial Una vez hecha la introducción, analizamos la duodécima frase o FLOR escrita por Santa Ángela de la Cruz: No hay nadie que viva sin cruz y el que huya de una, encontrará otra mayor.
Que razón tenía Santa Ángela al escribir esta frase y que nos ocurre a casi todo el mundo, pero no me atrevo a decir, dichoso el que no tenga ninguna cruz, porque no se libró de una, ni la única persona que, podía haberse librado por ser Hijo de Dios e incluso resucitaba a los muertos y curaba a los enfermos y hacía todo tipo de milagros, pero en lo de llevar la Cruz y morir para redimir al mundo obedeció a Dios Padre. Por tanto creo que a todos, nos llega el momento de llevar una cruz y a veces salimos de una y nos cae otra e incluso tenemos que llevar cruces al mismo tiempo. Pero mientras con más dignidad la llevemos, parece que nos pesa menos. Que razón tenía esta santa sevillana y que razón sigue teniendo, porque además el que huya de una cruz, encontrará otra aun mayor y más difícil de llevar. Pero lo lamentable es que, a veces vemos y cuando menos lo percibimos que, alguien lleva una cruz demasiado grande y no tenemos la dignidad de hacer de Cirineo y ayudarle y lo que es aun más terrible y lamentable a veces hay personas que a pesar de no tratar de ayudar a liberar a otra persona del peso de la cruz, se mofan e incluso se alegran. Tratemos de imitar a Santa Ángela de la Cruz y aprender del legado que nos dejó: las Hermanas de la Compañía de la Cruz, para aliviar la carga como Simón de Cirene, hizo con Jesús, en la calle de la amargura y ayudemos de alguna forma al que lleva una cruz: enfermedades, soledad, abandono, pobreza, marginación
Santa Ángela, virgen , fue iluminada por Dios que, es todo bondad, con la sabiduría de la cruz y reconoció a Jesucristo en los pobres y enfermos abandonados, sirviéndolos como humilde esclava y a semejanza de ella, lo siguen haciendo esas vírgenes blancas y esas Hermanas de la Cruz que siguen velando cada día. ¡Que Dios nuestro Señor1 y la Stma. Virgen nos iluminen para ser mujeres y hombres que llevemos nuestra cruz con dignidad y practiquemos las Bienaventuranzas y de esa forma, cuando lleguemos a la presencia de Dios Padre, llevaremos nuestros deberes y tareas bien hechos y Su Bondad Infinita, nos dará un abrazo y seremos Bienaventurados y bien recibidos.
Hasta mañana D.m. que volveremos con una nueva FLOR.

