
Ángel León Desde pequeñitos, los que rondamos los 50 años y algunos menos, hemos oído y hemos participado, con toda seguridad, en nuestros colegios en esa cosa tan bonita e inolvidable que era y que debería seguir siendo MES DE MAYO DEDICADO A MARIA, nuestra Madre Celestial.
Sin duda alguna a una madre se llega por amor al hijo y como en este mes de mayo, concretamente el día 4, se han cumplido los cuatro años, de la Canonización de Santa Ángela de la Cruz, por el entonces Pontífice y hoy Siervo de Dios Juan Pablo II, me vais a permitir que desde aquí, analicemos cada día una frase que nos va a recordar, aquella flor que, en prueba de amor entregábamos o depositábamos, a los pies de MARÍA. Creo que profundizando cada día en una FLOR ó frase escrita con el amor más sincero y puro que profesó desde muy niña Angelita hasta convertirse con el paso de los años en Sor Ángela de la Cruz, por el amor a Jesucristo, el Hijo del Padre Dios, llegaremos como no a la Stma. Virgen, la Madre de Jesús y nuestra Madre Celestial, sobre todo si en lo más profundo de nuestros corazones tratamos de imitar en todo lo posible a nuestra santa sevillana y tratamos de amarnos los unos a los otros, tal cuales somos y ponemos en nuestros corazones una serie de verbos: TOLERAR, AMAR, COMPRENDER, PERDONAR, OLVIDAR
solo así podremos encontrar una paz total en nuestros corazones.
Y vamos a la frase o flor de hoy: En el Corazón de Jesús, encuentro mi paz, mi consuelo y mi alegría.
Que razón tenía Santa Ángela, cuando nos encomendamos a Jesucristo en el Sagrario y nos sinceramos con El y le pedimos perdón de nuestras faltas, nos reconciliamos con Cristo y después nos acercamos a saludar a María Stma. bajo la advocación que sintamos y nos proponemos ser un poquito mejor cada día
Encontraremos: PAZ, CONSUELO y ALEGRÍA.
Hasta mañana D.m. que volveremos con una nueva FLOR

