
En estos tiempos en los que resulta de lo más normal el salvaje ataque contra los monumentos que adornan las calles de Sevilla, hemos dado con buena gente que hace todo lo contrario, poner cuanto tienen en su mano para
que estos reluzcan y nos hagan a los sevillanos sentirnos orgullosos de serlo.
He ahí un buen ejemplo. Para cuando un reconocimiento público a estos anónimos sevillanos que se desvelan por el cuidado y engrandecimiento del patrimonio de nuesra ciudad.

