Sevilla es una tierra de creadores, es una tierra de cultura emergente, que va más allá de nuestras fronteras provinciales. A través del Arte, en cualquiera de sus expresiones y técnicas, los jóvenes creadores muestran la realidad que les ha tocado vivir. Jóvenes que han crecido y se han formado en libertad, lo que trasladan de forma explícita a su obra.
Un gran ejemplo de ello es nuestro galardonado en esta modalidad. Sergio López Sanz (Haze), es un cronista visceral que rima una realidad dolorosa desde el barrio de los Pajaritos. Es Haze desde 1992 pero prácticamente empezó a darse a conocer hace pocos años, cuando sus maquetas pasaron de mano en mano hasta llegar a posicionarse en el Top Manta. Nunca antes había ocurrido algo así. Es tímido, reflexivo y sincero, le gusta el deporte y la vida sana y da un giro a la música urbana.
Desde que empezó profesionalmente en el mundo de la música, se adentró mucho más allá de la escritura y la interpretación, llegando físicamente a lugares tan dispares pero a la vez tan parecidos en lo que a solidaridad de refiere. Este joven ha estado dando conferencias en centros de drogodependientes, de reforma de menores de Andalucía, de Educación Secundaria Obligatoria y bajo la logística de un periódico de reparto gratuito que verá la luz a partir del próximo año, colabora con ONG de cooperación al desarrollo ayudando a familias sin recursos.Además cada año asiste al partido de fútbol que se celebra en jerez contra la droga y participa en el concierto de recaudación de Proyecto Hombre en Madrid.
Por su carrera profesional y además por las diferentes causas sociales en las que se hace participe, Sergio López Sanz merece el reconocimiento de todos los jóvenes sevillanos con el Premio Sevilla Joven 2006 a las Artes.
