Vecinos del entorno de la Plaza Nueva han solicitado la declaración de zona saturada de ruidos para el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Sevilla. Los residentes y comerciantes de la zona insisten en que la algarabía, el estruendo y el griterío al que nos tienen acostumbrados los ediles de la corporación altera seriamente la vida cotidiana de las personas que cotidianamente desarrollan sus actividades en el marco de este céntrico sector. No se ha constatado aún evidencia alguna de que los concejales hagan botellón nocturno o pongan la radio de sus coches oficiales a toda pastilla.
Manuel Ramos