Rocío Carrasco, acompañada de José Ortega Cano, recogió en el Ministerio de Trabajo de manos del Ministro Jesús Caldera, la medalla al trabajo en su categoría de oro que le fue otorgada a su madre, Rocío Jurado. Este acto, junto al que protagonizó en Sevilla para poner al Auditorio el nombre de Rocío Jurado, ha sido el único en el que la hija de la cantante se ha dejado ver.
El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, aseguró hoy que "Rocío Jurado hizo de su voz su valentía". El ministro se pronunció de este modo en el acto de entrega de la Medalla de Oro al Mérito al Trabajo que el Gobierno concedió a la cantante, y que hoy recogieron su viudo, José Ortega Cano, y su hija Rocío Carrasco.
Caldera sacó esta cita del libro "Como quien espera el alba", del poeta sevillano Luís Cernuda. La Medalla al Mérito en el Trabajo le fue concedida a la cantante en vida, pero no se le pudo entregar por su enfermedad y posterior fallecimiento.
"Hoy nos falta lo más importante, lo que siempre quiso dar sentido a este acto, sin embargo, gracias por darnos la oportunidad de homenajear a una persona que, como ella, pasó prácticamente toda su vida trabajando para que los demás sintiéramos la vida, esa vida que está, que estuvo en su música, en sus canciones, en los sentimientos que fue capaz de entregar cada día generosamente", aseveró Caldera.
"Su pueblo, los andaluces y sus instituciones, el mundo del arte y la cultura, se pusieron de acuerdo para pedir la Medalla al Mérito en el Trabajo, cosa a la que el Consejo de Ministros, a propuesta mía, accedió inmediatamente. Su trabajo, su música y los valores de convivencia y tolerancia que les sigue dando forma han sido protagonistas principales en la concesión", señaló Caldera. El titular de Trabajo y Asuntos Sociales glosó la trayectoria profesional de una mujer que "trabajó durante 50 años y cantó todos los géneros, para penetrar en el corazón de las cosas, para darle a ese viaje interminable que es la música, la dignidad que merece".
Por su parte, el viudo de la tonadillera, el torero José Ortega Cano, que vestía un traje oscuro con fina raya blanca, camisa blanca y corbata negra, recordó a los medios de comunicación presentes en el acto el momento en el que Rocío Jurado supo que le habían concedido este preciado galardón. "Acabábamos de aterrizar en el aeropuerto de Torrejón de Ardoz, procedentes de Houston, cuando se nos acercó un teniente de la Guardia Civil y nos dio la noticia. Rocío se emocionó al conocerla. Fue una doble emoción, por volver a casa y por la medalla", relató el matador.
Rocío Carrasco, hija de la cantante, que llevaba una levita estampada en tonos oro, pantalón vaquero y top dorado, se mostró muy emocionada y no dejó en todo el acto de acariciar el estuche que contenía la medalla concedida a su madre. Simplemente dio las gracias al ministro y declinó hacer declaraciones.
Era un presencia esperada a pesar de que ha evitado en la medida de lo posible todos los homenajes que su madre ha recibido en los últimos meses. El de esta tarde era especial y Rocío Carrasco ha estado junto a José Ortega Cano en la sede del ministerio de Trabajo donde el ministro Jesús Caldera les ha entregado la Medalla en el mérito al Trabajo concedida a título póstumo a la inolvidable Rocío Jurado.
El discurso del torero recordando a su mujer, fallecida el uno de junio del año pasado, ha emocionado a todos los asistentes. Con la voz entrecortada, el diestro aseguraba: Ella, como mujer, como madre, como artista, ha entrado en la mitología. Rocío hija apenas ha conseguido contener las lágrimas. Para ella estos reconocimientos le hacen aún más difícil sobrellevar la pérdida de su madre y ni siquiera estuvo en Chipiona durante la misa y los homenajes celebrados con motivo del primer aniversario del fallecimiento de la cantante.
Rocío, una vez que el ministro le hizo entrega de la medalla, confesó: Estoy muy emocionada, a ella le hizo mucha ilusión en su día este reconocimiento. Supo que iba a recibirlo nada más llegar de Houston. Rocío tuvo que interrumpir la entrevista porque la emoción le impidió continuar. El ministro Caldera, junto a ella, continuó: El gobierno ha dado un sentimiento de agradecimiento hacia una de nuestras mejores artistas . No se le pudo entregar personalmente porque estaba en una situación muy difícil. Es un reconocimiento no sólo del Gobierno sino de toda la sociedad española. Rocío es una persona que representó como nadie lo que es nuestra cultura. Por su parte, Ortega Cano, con la medalla en la mano aseguró: Es un momento emocionante, todos los homenajes reconocimientos no son fáciles de conseguir. Ella estará muy contenta y le enseñará esta medalla a los que estén con ella en el cielo.
Ortega Cano: 'Rocío ha entrado en la mitología sobre todo como ser humano'
La cantante Rocío Jurado 'ha entrado en la mitología, como artista, madre, hija y, sobre todo, como ser humano', dijo hoy su viudo, el torero José Ortega Cano, al recoger de manos del ministro Jesús Caldera la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo concedida a su esposa, en una ceremonia íntima y emotiva.
'Hoy, siento que está con nosotros', dijo Ortega Cano, quien recordó la alegría con la que Rocío Jurado recibió la noticia de que le iba a ser concedida la distinción justo al aterrizar en España procedente de Houston, ciudad norteamericana en la que recibió tratamiento médico para su enfermedad.
El torero destacó cómo la tonadillera se enfrentó a una enfermedad 'muy dura' que llevó 'con mucha valentía, estoicamente y sin quejarse nunca, luchando hasta el final'.
Jesús Caldera remarcó que 'Rocío pasó su vida trabajando para que los demás sintiéramos esa vida que estuvo y está en su música', y explicó que la medalla entregada hoy supone el reconocimiento a casi cincuenta años de trabajo.
Citando a Unamuno, el titular de Trabajo dijo que 'sólo el que ha nacido en espíritu, y no sólo en carne, canta' y añadió: 'Rocío trabajó de forma incansable para darle a ese viaje interminable que es la música la dignidad que merece'.
'A través de su voz dio voz a los suyos', dijo el ministro, quien citó a Luis Cernuda para recordar que Rocío Jurado 'hizo de su voz su valentía', expresándose 'en el lenguaje más universal, el de la música'.
Al final de su discurso, Caldera recordó que interpretar es 'dar a conocer los afectos y movimientos del alma, un alma que, en el caso de Rocío, fue muy grande'.
También hizo hincapié en el afecto que Rocío tenía por los suyos y aseguró que para ella 'no hubo premio mejor que saber que sus raíces se hicieron fuertes con sus hijos y sus nietos'.
El Gobierno concedió este galardón a Rocío Jurado el 24 de marzo de 2006 como reconocimiento a su trabajo y a su conducta socialmente útil, meses antes de que un cáncer acabara con su vida.